Hoy quise compartir con Ustedes una experiencia personal, porque pienso que mi problema es un problema de muchas y, tal vez, ponerlo de manifiesto nos pueda servir a todas a sentirnos mejor.
La cosa es que desde que lancé el blog me empecé a sentir cumpable, sí, ese mal del que adolecemos casi todas las mujeres, y más aún cuando eres madre por primera vez. Culpable de tener menos tiempo para Felipe y culpable de que en mi cabeza ya no estuviera él casi al 100%, como sí lo estuvo antes.
Así que como me estaba sintiendo súper culpable, hice lo que haríamos muchas: intenté que esas horas que pasábamos juntos fueran de calidad y eso, para mí, significaba que durante esas horas yo fuese exclusivamente para él, que nada ni nadie nos distrajera de esa nube de tiempo que sería sólo para los dos.
Claro, que esa idea me duró poco, porque ¿Quién puede desatender la casa, al marido y todos los contratiempos, que siempre surgen, para estar 100% con su hijo? creo que es imposible!!! Ahí me di cuenta de que mi concepción de “tiempo de calidad” estaba súper errada, porque la verdad es que cualquier tiempo que pases con tus hijos, entregándoles la atención y, sobretodo, la contención necesaria será de calidad, no importa si tienes que estar cocinando, ordenando ó contestando llamadas mientras estás con él, lo importante es que él sepa que estás ahí para lo que necesite.
Con eso en mente, mágicamente dejé de sentirme culpable y para que él sintiera que siempre estaba conmigo, aunque yo no estuviera sentada jugando con él, empecé a incluirlo en todas mis tareas. Por ejemplo, si tengo que hacer una llamada, le paso a él un teléfono de juguete y mientras hablo lo miro para que me imite, les juro que le encanta!!! lo mismo cuando tengo que ordenar, él es mi mejor ayudante y nos lo pasamos súper bien haciéndolo. Al final, a los niños les encanta gastar el tiempo con la mamá y da lo mismo haciendo qué.
Ojalá que mi experiencia las ayude, porque es feo sentirse culpables, sobretodo en lo que se refiere a ser mamá, y estoy segura de que cada una hace lo mejor que puede y entrega a los hijos todo lo que tiene para dar, y eso nunca será malo.
Así que cuando escuches eso de “tiempo de calidad con los hijos”, no olvides que tiempo de calidad siempre será el tiempo que se comparte con amor.
xxx
Cariños,
Ale
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